Se ha comprobado que el tejo puede vivir incluso 5.000 años. ¡5000 años! Efectivamente, a día de hoy existen ejemplares de este árbol con varios miles de años de antigüedad, como es el caso del tejo de Fortingall en Escocia. Eso significaría que, en épocas tan remotas como la del imperio romano, algunos ejemplares que aún viven hoy en día no sólo estaban presentes sino que para entonces ya eran milenarios. ¡Impresionante!