Los cenotes de la Riviera Maya son pozas cilíndricas donde el agua del mar se filtra hasta inundarlas, conformando así unas estructuras naturales de inigualable belleza. Es común practicar el submarinismo en estas aguas, tan cristalinas que los submarinistas al bucear parece que estuviesen en realidad volando. Por otro lado, la diferente salinidad entre distintas bolsas de agua puede producir que, en una zona concreta, la visión se emborrone de repente para, justo un palmo más arriba, de nuevo el agua volver a ser enteramente diáfana.