Cuando las esporas del hongo parasitoide Ophiocordyceps unilateralis infectan a una hormiga, éste se desarrolla en su interior. El hongo manipula las extremidades de la hormiga como si fuera un títere (no infecta el cerebro) y hace que suba a la copa de un árbol, donde las condiciones son óptimas para su propio crecimiento. Allí usa el cuerpo de la hormiga como una incubadora de esporas que, una vez muerta la hormiga, se liberan para atrapar a otras en su propia colonia. Siniestro, ¿no?
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Gizmodo.com/el-hongo-que-convierte-en-zombis-a-las-hormigas