Las impresoras 3D están revolucionando muchos campos y la medicina traumatológica no es ajena a ello. De hecho, mediante una de estas impresoras pueden replicarse tus propios huesos. Concretamente, a partir de tus datos antropométricos, es capaz de construir partes óseas adaptables para injertar en tu cuerpo. Además, están realizadas en materiales biomiméticos, es decir, que regeneran el propio hueso. No cabe duda de que las ciencias adelantan que es una barbaridad.
Más información: