En la historia universal existen varios ejemplos de reinados breves, aunque el que se lleva la palma es el de Juan I de Francia. Curiosamente, su nombramiento como rey tuvo lugar meses antes de nacer, al haber fallecido su padre, el anterior rey, Luis X. De ahí que se le denominase “el póstumo”. Nació finalmente el 14 de noviembre de 1316, pero solo alcanzó vivir 5 días, que fue justo el escaso tiempo en que se prolongó su reinado.