Cuando escuchamos la palabra medusa, rápidamente corremos fuera del agua, ya que una picadura suya puede ser molesta e incluso letal. En el lago Jellyfish en el archipiélago de las Palau el efecto es el contrario, escuchar la palabra medusa significa disfrutar de ellas. Los lagos que se crearon hace miles de años atrapando a las medusas en su interior, han provocado que estas evolucionen perdiendo el poder de sus células urticantes, totalmente inofensivas para el hombre. Bañarse plácidamente en compañía de 5 millones de medusas es posible.