Es frecuente ver estampas del antiguo Egipto donde tanto hombres como mujeres aparecen con la cabeza enteramente afeitada. ¿Cuestión de moda? Nada de eso, si se rapaban era tan solo porque sus cabellos solían estar infestados de piojos, que por aquel entonces constituían verdaderas plagas y podían llegar a causar infecciones mortales. Tanto es así que se han descubierto tumbas egipcias en cuyo ajuar funerario se hallaban lendreras similares a las que se utilizan hoy en día.