Uno de los mayores atractivos de Egipto, que no solo tiene pirámides, es el Desierto Blanco, un lugar en pleno Sáhara lleno de setas gigantes (las cuales no se pueden comer porque son de piedra caliza). Todos los años recibe la visita de miles de turistas, y es que merece la pena el calor sofocante, el sol abrasador y la sed insoportable para poder ver esta joya.
- Todo
- >
- Lugares
- >
- Desiertos
- >
- Muérete de sed pero disfrutando del paisaje en el Desierto Blanco del Sáhara