El reloj Supercomplication, diseñado por Patek Philippe tiene un precio de 8 millones de euros y fue diseñado para el banquero Henry Graves Jr., de Massachusetts.
Henry Graves fue un banquero multimillonario de Concord (MA, EEUU) que se dedicaba a la colección de joyas y se desvivía por poseer lo mejor de lo mejor. Junto a James Ward Packard, pero sin haberse llegado nunca a conocer personalmente, compitieron por adquirir el mejor reloj nunca fabricado hasta entonces en el mundo. Por la época en que Packard agonizaba en su lecho de muerte, satisfecho de tener el que para entonces era con creces el mejor reloj nunca creado, Graves encargó este otro reloj al famoso e inigualable Patek Philippe. No fue hasta 5 años más tarde, en 1933, que por fin pudo tenerlo en sus manos, después de pagar 5 veces más que el precio que había pagado Packard por el suyo unos años antes. Posteriormente, de 1968 hasta 1999 se expuso en el “Museum of Time” de Chicago. Después, se vendió a un personaje anónimo por 11 millones de dólares, convirtiéndose en el segundo reloj más caro del mundo. No fue hasta 2012 que no se desveló la identidad del comprador, tratándose de Sheikh Saud Bin Mohammed Bin Ali Al-Thani, un miembro de la familia real de Qatar.
Patek Philippe tardó más de 5 años en diseñar y hacer el reloj de bolsillo más singular y único que se había hecho jamás. Tiene un color amarillo-oro y se considera una pieza única debido al alto nivel de ingeniería que hay detrás. En horología se entiende por “complicación” a las funciones mecánicas que van más allá del movimiento de las horas, minutos y segundos. Entre sus 24 complicaciones diferentes, más que cualquier otro reloj del mundo de su época, se encuentran: El calendario con fases lunares, coordenadas de la salida y puesta de sol, tablas de la colocación de las estrellas,… Este extraordinario reloj cuenta también con la función de repetición de minutos, la cual consiste en que apretando un botón puede hacerse que el reloj toque la hora. Esto era especialmente útil para saber la hora en la oscuridad o para aquellas personas con problemas de vista. Para ello utiliza diferentes sonidos para indicar las horas, los cuartos y los minutos. El Supercomplication emplea la melodía del Big Ben de Londres. En definitiva, una serie de características únicas para la época en la que fue creado.
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