El árbol de la muerte (Hippomane Mancinella) es propio del Caribe. Este árbol, que puede llegar a tener 20 metros altura, ofrece un amplio repertorio de toxinas tremendamente peligrosas: El solo contacto con su savia es capaz de provocar ampollas en tu piel, la corteza también es tóxica, los frutos mejor ni los pruebes y que no se te ocurra quemarlo porque el humo también es venenoso. Sin embargo, su madera es muy apreciada.
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Jamie Matthews flickr (CC BY-NC-SA 2.0)