Las patatas más caras del mundo se cultivan en Noirmutier, una isla de la costa francesa. La Bonotte, así se llama, puede llegar a costar los 2.300 euros el kilo, y a que es un producto frágil y ha de ser recolectado a mano. Si estás por la zona y te apetece comer una tortilla, yo te aconsejaría que optases mejor por las espinacas o los espárragos.
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