El río Brule, a su paso por Minnesota, se bifurca en una doble catarata, dando lugar a un curioso fenómeno: la mitad del agua continúa su curso, pero la otra mitad desaparece dentro de una cavidad natural conocida popularmente como Tetera del Diablo. A diferencia de otros ríos, cuyo caudal puede desaparecer en un momento dado y reaparecer a cierta distancia, el agua del Brule que entra en la Tetera del Diablo se pierde definitivamente de vista, y ni objetos lanzados allí ni agua teñida aparecen de nuevo.