Tigres y leones no suelen coincidir cuando se encuentran en su hábitat natural, pero sí en cautividad, y entonces no tienen reparo en formar familias mixtas. De esta manera nacen los ligres, hijos de león y tigresa, y los tigones, cuando el padre es un tigre y la madre una leona. Lo curioso del caso es que los ligres son gigantescos porque el gen que inhibe el crecimiento lo transmiten las leonas y los tigres macho, así que los ligres no lo reciben y por tanto ¡crecen sin parar durante toda su vida! Por el contrario, los tigones tienen dosis doble de genes que controlan el crecimiento y en consecuencia son bastante más pequeños.

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