El árbol llamado Araucaria bidwillis puede alcanzar hasta 50 metros de altura. Esta no es, sin embargo, su principal particularidad, sino el tamaño y peso de su fruto: una piña enorme que puede pesar hasta 18 kilos. No es de extrañar que los aborígenes australianos consideren sagrado este árbol y que procuren alejarse todo lo posible de sus alrededores, pues un piñazo de ese calibre podría romper cualquier cabeza sobre la que caiga.