Los conejos presentan la sorprendente costumbre de comer sus propios excrementos, pero no lo hacen sin criterio, sino que escogen únicamente las heces que defecan durante la noche. Esto es así porque su aparato digestivo no puede absorber todos los nutrientes antes de eliminar los desechos. Así que los restos nocturnos son los que se han digerido sólo una vez, y son ingeridos de nuevo para recuperar algunas vitaminas y minerales. Un sistema de procesamiento de comida que no querremos imitar.
¿Por qué los conejos necesitan comer sus excrementos cada noche?
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Pedro Jarque Krebs