Lejos queda ya la imagen de los astronautas tomando comida deshidratada para poder alimentarse en el espacio. ¿Ha cambiado esto? Sí. Desde hace poco ya pueden tomar algunas lechugas frescas. Se cultivan en la Estación Espacial Internacional, destinando una parte al consumo y otra a la investigación. ¿El truco? Fertilizantes y luces LED. Es el proyecto Veggie de la NASA y no es ciencia ficción.