Viganella se encuentra en los Alpes italianos. Rjukan, en un valle a 170 kilómetros de Oslo, Noruega. Sin embargo, tienen mucho en común. Ambos pasan varios meses al año sin luz directa del sol, ya que se las montañas vecinas tapan los rayos durante el invierno, y en ambos casos han recurrido a una misma imaginativa solución: espejos controlados por ordenador que giran en función de la posición del sol para reflejar la luz de éste sobre sus calles.