Puede sonar extraño, pero las deposiciones de wombat tienen forma de cubo, como si fueran dados, aunque no es recomendable lanzarlas como si realmente lo fuesen. La razón de esta forma es porque los wombats son animales territoriales que usan sus heces para marcar su territorio. La evolución ha demostrado que si tienen caras planas entonces permanecen allí donde las han dejado caer, haciendo más efectiva su señalización.
Con su pequeño tamaño (apenas un metro de longitud) y su cuerpo más bien gordito, los wombats parecen entrañables osos de peluche. Ahora bien, a pesar de este aspecto rechoncho, sus patas cortas y su apariencia poco ágil, estos marsupiales australianos pueden correr más rápido que los seres humanos en caso de resultarles necesario. Por tanto, salvo que seas un velocista olímpico, no se te ocurra desafiar a una carrera a un wombat, pues puedes perder la carrera y el orgullo.
Los wombat, herbívoros originarios de Australia, deben su nombre a la dureza de su trasero. El nombre significa, literalmente, "culo duro". Una de sus principales defensas consiste en bloquear la entrada de su madriguera con él. Si el intruso insiste en seguir al wombat dentro de su refugio, el wombat puede estamparlo contra el techo de una rápida patada dada con sus poderosas patas traseras. Seguramente no le quedarán ganas de intentar morderle otra vez.
