Los arándanos se cultivan al norte de Estados Unidos, y siguen un singular método para ser cosechados. En primavera, el arándano produce flores y en otoño se transforman en fruta lista para su recolección. Es el momento de inundar extensas áreas para forzar a que los frutos se desprendan y floten. Entonces entran los agricultores y, con el agua hasta la cintura, los conducen hacia bandas transportadoras. ¡Parece divertido!