La Arabidopsis es un genio matemático. Produce almidón durante las horas de luz y debe asegurarse de que le queda suficiente para llegar hasta el amanecer. ¿Cómo lo hace? Dividiendo. Por un lado, la planta sabe cuántas reservas de almidón le quedan cuando anochece. Por otro lado, la planta sabe cuándo se suele hacer de día. Así que calcula cómo de rápido puede consumir el almidón. Los científicos incluso han comprobado que si un día oscurece antes de lo normal la planta ajusta la dosis para que dure hasta la salida del sol.