Maersk Mckinney Moller el carguero más grande del mundo

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El Maersk Mckinney Moller es un buque de carga de clase Triple E y que cuenta 
 
con un total de 400 metros de eslora, lo que le convierte en uno de los barcos de 
 
carga más grandes del mundo. De hecho el propósito de un buque 
 
portacontenedores se basa en el transporte en masa de mercancías. 
 
 
Fue uno de los veinte buques portacontenedores encargado por la compañía 
 
Maersk. Desde 2013, son los buques con mayor capacidad de carga TEU jamás 
 
construidos. Fueron construidos por Daewoo Shipbuilding & Marine Engineering 
 
(DSME) en Corea del Sur, quienes iniciaron su construcción el 18 de junio de 2012 
 
contando con un presupuesto inicial de 140 millones de euros. El primero de ellos 
 
se botó por primera vez el 24 de febrero de 2013, mientras que las fechas de 
 
entrega de los otros 19 buques son entre 2013 y 2015. 
 
 
Los buques Triple-E, que significa eficiencia, economías de escala y respeto 
 
medioambiental, son portacontenedores que se encuentran entre los más grandes 
 
y más modernos del mundo. Éstos en cuestión integran motores de 30.000kW y 
 
dos hélices, siendo propulsados por el sistema “twin-skeg”. Gracias al sistema de 
 
recuperación de calor residual que tiene a bordo, es capaz de ahorrar un 10% en el 
 
consumo de la energía del motor principal. 
 
 
Con sus 400m de eslora, 59m de manga y los 73m entre la base inferior y las 
 
antenas de la torre, es tan largo como cuatro campos de fútbol. Su capacidad de 
 
carga es de 18.270 contenedores, o en toneladas, casi 200.000. A modo 
 
comparativo, podría llegar a transportar dos pares de zapatos con sus respectivas 
 
cajas para todos los residentes de España o, más común hoy en día, es capaz de 
 
transportar 182 millones de iPads en un solo viaje. Si colocáramos todos estos 
 
contenedores en una línea recta, ésta mediría 110km de largo y si los apiláramos 
 
uno encima de otro alcanzaría los 47km de alto.  De hecho, su capacidad es tal, que 
 
al inicio se vio forzado a operar por debajo de su carga máxima ya que los puertos 
 
donde operaba no disponían de grúas con la suficiente altura como para cargar el 
 
buque por completo. El diseño del Maersk ha tenido que ser adaptado debido al 
 
tamaño de los puertos de carga, para ello ha cambiado la forma de su casco, que 
 
anteriormente era en forma de V convencional y actualmente es en forma de U, lo 
 
que le permite almacenar en su interior 1.500 contenedores más. Otra reforma ha 
 
consistido en mover la sala de máquinas y la chimenea hacía la popa, aumentando 
 
el espacio entre ésta y el puente de mando y permitiendo así transportar 750 
 
contenedores adicionales. 
 
 
Pero el diseño del Maersk no sólo se ha centrado en ser capaz de transportar más 
 
contenedores, sino de reducir los gases y polución que se emite. En definitiva, han 
 
diseñado barcos que son más fieles al medioambiente. Gracias a sus motores, que 
 
son capaces de alcanzar los 23 nudos, se mejora la eficiencia y se reduce el 
 
consumo y por lo tanto la emisión de dióxido de carbono, que es un 20% inferior a 
 
la del anterior buque de carga más eficiente. Curiosamente, solo hacen falta 19 
 
tripulantes para su operación normal, aunque está habilitado para tener hasta a 34 
 
personas a bordo.
 
 
 
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