Existe amplio consenso sobre la calidad y prolijidad de la obra de Picasso. Ahora bien, si extensa es su obra, no lo es menos su verdadero nombre: Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Cipriano de la Santísima Trinidad Ruiz y Picasso… No está muy claro qué habría sucedido si al bautizarlo se hubiera seguido el rito de mantener sumergida en agua la cabeza hasta que el oficiante pronunciara el nombre completo. ¡Mejor no pensarlo!